Destrucción

Había un lugar, donde todo era bello, un lugar inmortal donde los ángeles más puros habitaban. Un día una de ellos bajó a las nubes para observar ese mundo oscuro que había debajo. El ángel observó ese mundo cruel y se entristeció. Bajó un poco más para saber el por qué ese mundo estaba tan triste. Al ver que los hombres y las mujeres que lo habitaban sufrían por diversos temas, el ángel se entristeció más aún. Terminó por posarse sobre una roca. Toda preocupada, comenzó a plantearse las soluciones que podrían ayudar a ser ese un mundo mejor y más feliz, pero no hubo manera y terminó por llorar.

Un demonio se acercó.
- ¿Estás llorando?-dijo al ángel-¿Por qué?
- Porque este mundo está sumido en la destrucción y no encuentro el modo de solucionarlo-dijo entre lágrimas.

El demonio buscó la forma de hacerla sonreír y le dijo: "Seguro que todo lo que has visto es tristeza, destrucción... pero no todo en este mundo es así. También hay alegría, solidaridad y amor, aunque en más pequeñas cantidades".

El ángel levantó la cabeza mirando hacia el horizonte.

El demonio estaba sentado junto a ella intentando consolarla. Ella dirigió su mirada hacia su cara y sonrió.
- Mi ejemplo para lo que dices eres tú. Mírate, eres un demonio y estás aquí a mi lado diciéndome que hay cosas bonitas escondidas entre toda esa desolación.

Y al terminar la frase apoyó la cabeza sobre su hombro...