Un malvado hechizo

Una pareja iba paseando por la calle tranquilamente agarrados de la mano. Eran felices juntos.

El chico amaba a esa chica desde lo profundo de su alma, no podía vivir sin ella.

Un día, la chica fue de compras y pasó por delante de una puerta que nunca había visto antes. Era un poco siniestra, pero se armó de valor y llamó al timbre. Una anciana le invitó a pasar y le lanzó un conjuro. La chica salió de allí corriendo y asustada. "Un amor destrozarás y a otro te unirás"- recordó las palabras de la anciana.

El chico llegó días después a su casa con un ramo de rosas. Ella abrió la puerta.

-¿Quién eres?- preguntó extrañada.
-Soy yo, tu novio- aseguró horrorizado.

Contempló la escena y observó que había alguien más. Ese alguien salió abrazándola y despachó al chico. Con el corazón roto, se fue con su ramo de flores llorando. La anciana de la puerta extraña lo vio llorar.

-¿Qué te sucede joven?
-Mi novia me ha olvidado y se ha buscado a otro.

La vieja hizo memoria y recordó su hechizo hacia la joven. Le explicó suavemente que ella era la causante de su amnesia porque creyó que él la había abandonado y se lo lanzó para que no sufriera.

-¿Cómo podría deshacerlo?- preguntó nervioso.
-Sólo de una forma, pero conlleva un sacrificio: debes entregarle tu corazón y recordará.

El chico pidió que introdujera un pedacito de su corazón en cada una de las rosas del ramo y se lo entregara. Su cuerpo murió. La anciana llevó el ramo ante la chica y se lo entregó. Como era de esperar, recobró los recuerdos y la anciana le explicó lo ocurrido apenada.

-Ahora vuestros cuerpos no estarán juntos, pero si cuidas de estas rosas no se marchitarán, y vuestro amor seguirá vivo.

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